Estar en el mundo

martes, abril 17, 2007

"Altazor el canon de la vanguardia, y el recuerdo de otras vidas mas altas"...

Para Vicente Huidobro Altazor, representa, en uno de sus sentidos, la puesta a prueba más a fondo del creacionismo como concepción de la poesía y como práctica poética. Según declaraciones hechas por Huidobro en 1919 -de paso en Madrid con destino a París- habría existido una versión francesa ya por esos años, esto es, a fines de la Primera Guerra Mundial, en una atmósfera de fin del mundo que permitió tanto la escritura de La decadencia de Occidente de Spengler como el surgimiento del dadaísmo.
Un primer testimonio público del poema apareció en 1925 en La Nación de Santiago de Chile. Era el prefacio de Altazor, traducido del francés por Juan Emar. Allí se declara que Altazor

" nació a los treinta y tres años, el día de la muerte de Cristo"
y que
"los verdaderos poemas son incendios. La poesía se propaga por todas partes, iluminando sus consumaciones con estremecimientos de placer y de agonía" .

Altazor está compuesto de siete cantos y un prefacio. Su frágil -y problemática- unidad está mantenida por el hilo argumental de una caída de desarrollo, orientación y velocidad discontinuas. Quien cae es Altazor, sujeto y personaje de la escritura,
"animal metafísico cargado de congojas... que se mira obrar y se ríe del otro frente a frente"
Ángel rebelde o un ICARO moderno -sin alas, pero provisto de una innovación técnica: un paracaídas- Altazor cae en el espacio sideral, pero también en el interior sin fondo de sí mismo y en el tiempo, en la historia, que es el escenario convulso de una sucesión intermitente de catástrofes y comienzos. Altazor atraviesa –desintegrándose él mismo- espacios y edades históricas en busca desesperada de fundamento y sentido para su vida. Dios ha muerto –es ya pura historia- y toda una metafísica y una moral se ha desmoronado, ha perdido validez universal, no es fundamento. Su reiterada búsqueda conduce al poeta una y otra vez a la nada de fundamento. El curso discontinuo del poema –el orden discontinuo de sus partes, que no es necesario, que podría ser otro- produce la apariencia de un desarrollo del estado de ánimo del poeta desde la angustia por la existencia y la muerte –es la época de Ser y Tiempo de Heidegger- hasta el júbilo por la propia nadificación, desde la depresión por la temporalidad vacía de la vida hasta la euforia desatada por una existencia que se consume y plenifica en el puro presente, no aspirando a fundamento trascendental alguno, perdiéndolo de vista. Pero estos estados de ánimo más que sucederse definitivamente el uno al otro, se superponen, coexisten, se alternan o sustituyen como signos de contradicciones que embargan al poeta.
No obstante, en la escritura de Altazor reaparece con alguna frecuencia, obstinada, la pregunta por el ser o fundamento dirigida a la trascendencia y cierta nostalgia de Dios (lo que ha permitido interpretaciones cristianas del poema).
La caída que inicialmente parece vertical, se hace múltiple, acontece en varias dimensiones del espacio y del tiempo, es simultáneamente centrífuga y centrípeta, descentra al sujeto, desintegra su identidad, lo instala en el espacio sideral y no sólo la tierra como punto de referencia y lugar para construir la habitación del hombre.
La escritura es paralelamente –y no sólo de manera derivada o ancilar- una exploración radical de las capacidades cognoscitivas o poéticamente cognoscitivas del lenguaje, una experimentación persistente y a fondo de sus recursos, que lo precipitan en su destrucción. Altazor es –como lo indicó Guillermo Sucre-
“un poema que representa y comunica paradójicamente el fracaso de la poesía : "Un poema es una cosa que nunca es, pero que debiera ser. Un poema es una cosa que nunca ha sido, que nunca podrá ser"

La importancia de la obra de Vicente Huidobro para el surgimiento de los movimientos de vanguardia en América Latina y, en general, en el ámbito de lengua española, ha sido reconocida hace ya suficiente tiempo. Huidobro es uno de los fundadores de la gran poesía latinoamericana de la primera mitad del siglo. Ecuatorial o Poemas árticos (ambos de 1918) se convirtieron de inmediato en modelos para la renovación de la poesía de su época en América Latina y España. Altazor es una de las contribuciones hispanoamericanas a la poesía del siglo XX.

Las actividades de Huidobro fueron múltiples. El itinerario de su vida y su obra no es lineal: poeta radicalmente innovador, novelista, dramaturgo, autor de guiones de cine, político, polemista de temer, corresponsal de guerra en el campo de batalla. Buscó un nuevo arte -que correspondiera a su época-, pero también aspiró a transformar la vida.
la obra de Huidobro no tiene sólo un significado histórico, lo que sería ya suficiente. Una parte considerable de sus textos ha recobrado extrema actualidad, se ha abierto a una nueva lectura que ilumina dimensiones acaso decisivas de nuestro presente de crisis y anhelo de cambio.
Pero el tópico principal que abarca todo el libro es la muerte y el lo expresa diciendo:
“Todos los caminos conducen a la muerte”

"Altazor es contradicción constante, es totalidad en el vivir. Para él, ser parcial sería morir. Altazor lo toma todo sin excluir nada. Altazor somos todos aquellos que amamos la intensidad del momento, sin olvidar jamás que la muerte puede hacerse presente en cualquier instante. Saberlo nos hace amar mucho más la vida, que adquiere una intensidad insospechada”
(Valdovinos, Hernán. “Vicente Huidobro y Altazor”, Atenea, (467): 127, 1924. N° especial: Homenaje a Vicente Huidobro (1893-1948)).

Altazor se ciñe, de la aventura del lenguaje, o de ese viaje funerario de la palabra poética, y esto es Altazor, desde el Prefacio hasta el capítulo VII.

“Y ahora mi paracaídas cae de sueño en sueño por los espacios de la muerte”
“La vida es un viaje en paracaídas y no lo que tú quieres creer. Vamos cayendo, cayendo de nuestro cenit a nuestro nadir y dejamos el aire manchado de sangre para que se envenenen los que vengan mañana a respirarlo.·”
Pág. 14
“la conciencia es amargura,
la inteligencia es decepción,
y solo en las afuera de la vida se puede plantar una pequeña ilusión”
Pág. 27
Tu crees en lo que quieres creer....
pero...
"En la vida hay algo peor que el fracaso.....
el no haber intentado nada.."
Lucha...
piensa...
sueña...
pero por sobre todo...
VIVE...

PEREZA............FLOJERA......ABURRIMIENTO.....?????

La pereza el pecado mas metafísico en comparación de los otros, pero se entiende como metafísico. La pereza es el segundo dentro del orden de importancia para los siete pecados capitales, pero en si la pereza es:
“La falta de estímulo, de deseo, de voluntad para atender a lo necesario e incluso para realizar actividades creativas o de cualquier índole.”
(Fernando Savater.)
la pereza también asido denomina como “ Acidia”, en el fondo la acidia, se identifica con el aburrimiento, pero no con ese aburrimiento objetivo que nos hace escapar de una cosa, de una situación o de una persona en particular. Más bien se refiere al aburrimiento que sentimos frente a la existencia, o mejor dicho frente al hecho de existir y de todo lo que esto implique, todos sabemos que nuestra actualidad, nuestro sistema de interacción nos exige trabajo, esfuerzo para actuar según lo que se debe, esfuerzo que nos es ni gratuito ni fácil, cuando no somos capaces de asumir este costo, o mejor dicho este trabajo y desconocemos todo aquello que debemos hacer, la vida se nos transforma en una vacío que nos causa horror, la vida se nos vuelve un vacío que nos angustia y del cual tratamos de escapar constantemente sin darnos cuenta. De hecho aburrimiento significa “AB HORREO” que significa horror al vacío.
Retomando un poco el tema anterior decía que la pereza, es el mas metafísico ya que implica asumir el costo de la existencia, de escapar constantemente de hacer lo que se debe.
La imagen del hombre perezoso, es aquella que solo sabe estar sentado sin hacer nada, que le tiene miedo, de alguna forma al poder sustentarse solo, ya que como dije anteriormente esto le implica nuevos costo, que los impone el sistema mismo, el perezoso, es aquel hombre o mujer, que lo único que sabe hacer es mandar para que los de mas hagan el trabajo y el tener la recompensa, el perezoso, tiene miedo a la subsistencia por si solo por eso busca el apoyo o mejor dicho el aprovecharse, de otros. Pero como bien sabemos hay distintos puntos de vista acerca de la pereza lo anterior es una interpretación de lo que propone una religión o mas bien la Cristiana. Pero yo creo que la pereza tiene dos caras y es importante que podamos conocerlas ya que así cada uno ve cual es la que mas le conviene y se ajusta a su percepción.

La pereza es una congelación de la voluntad, el abandono de nuestra condición de seres activos y emprendedores. Un viejo cuento narra cómo un padre luchaba contra la pereza de su hijo pequeño que no quería nunca madrugar. Un día llegó muy temprano por la mañana, lo despertó, el chico estaba tapado en la cama, y le dijo: "Mira, por haberme levantado temprano he encontrado esta cartera llena de dinero en el camino. El chico tapándose le contestó "más madrugó el que la perdió". La pereza siempre encuentra excusas.pero también es perezoso quien renuncia a sus deberes con la sociedad, con la ciudadanía, quien abandona su propia formación cultural. La persona que nunca tiene tiempo para leer un libro, para ver una película, para escuchar un concierto, para prestar atención a una puesta de sol. Es aquel que tiene pereza de convertirse en más humano. Pero que pasaba en la antigüedad.
En la Antigüedad, lo que se oponía a la pereza era la actividad, no el trabajo. Para un griego el trabajo era cosa de esclavos. Pero nunca hubiese dicho que era mejor la inactividad. Aristóteles se hubiera horrorizado de saber que tendría que trabajar, pero también se hubiese escandalizado de saber que la pereza le impediría ponerse a pensar. En la actualidad se ve al trabajo como lo contrario a la pereza, pero claro, nosotros estamos obligados a trabajar. Por ejemplo, en el siglo XVI, la gente consideraba que lo contrario a la pereza era levantarse temprano para ir a cazar, perseguir a las mozas y luchar contra el infiel. Esas eran las actividades que había que desarrollar, no ponerse a construir una vivienda con hormigón o levantar la cosecha. Los caballeros y los nobles despreciaban el trabajo, pero tampoco predicaban estar tumbados todo el día.El ocio, a diferencia de la pereza, es simplemente un tiempo que no se emplea en las cuestiones laborales. Los romanos que lo inventaron hablaban de ocio y de negocio, el no-ocio. El negocio era algo que tenía que ver con las necesidades. Las personas que no están ociosas son las que atienden necesidades: se están lavando, peinando o trabajando en el campo. En cambio el ocio significa dedicarse a lo que te gusta. El ocio es simplemente lo que haces sin que necesiten pagarte por hacerlo, y el negocio es lo que haces para tener ingresos. La pereza es, en cambio, que tú no hagas nada: ni negocio ni ocio. Pero como en todos los órdenes, el pasarse de revoluciones frente a la pereza es peligroso. La actividad excesiva y compulsiva lleva al stress, que bloquea y paraliza. Un ejecutivo muy esforzado es sumamente útil para una empresa, pero si llega hasta el furor, agobiándose, termina por convertirse en un perfecto inútil. Aquel que no cambia un papel de su sitio en toda una mañana, no sirve, tanto como el que impone un ritmo de actividad que termina llevándolo a una casa de reposo.
La tendencia a trabajar en exceso, por encima de los propios límites y necesidades personales, por pura dependencia psicológica al trabajo, ha sido llamada también "el dolor que otros aplauden".Es una exigencia, que a corto o largo plazo, es autodestructiva. Lejos de recibir críticas, este tipo de adictos son premiados por la sociedad muy habitualmente con el éxito. El problema es que recorren con mayor rapidez el camino hacia la muerte.
No fueron pocas las ocasiones en las que el aburrimiento fue el gran motor de la historia. De hecho, los seres humanos han subido montañas, se han embarcado rumbo a lugares remotos, como una posible solución a su aburrimiento. Si las personas no nos aburriéramos no haríamos nunca nada. El matemático y filósofo francés Blas Pascal decía: "Todos los males humanos vienen de que los hombres no somos capaces de estar tranquilos quedándonos en nuestras casas". Es cierto que si hiciéramos caso a Pascal y nos conformáramos con lo que tenemos. Pero no es posible, los seres humanos no podemos quedarnos quietos.
Yo relacionaría la pereza con la desmotivación, aunque algunos lo hacen con el aburrimiento. Pero aquel que se aburre puede ser activo. El perezoso está desmotivado para hacer cosas y prefiere no cambiar su actitud. La desmotivación social tiene varios orígenes. Antes no había lugar para la desmotivación, las cosas había que hacerlas porque así estaba establecido, sin dar muchas explicaciones, y esto era un gran elemento para que la gente cumpliera con sus deberes. Se creía en que había que casarse, tener hijos, rezar, ser fiel. Todo estaba perfectamente establecido. Nadie se preguntaba, o por lo menos no lo hacía en público: ¿Por qué tengo que llegar virgen al matrimonio? ¿Por qué tengo que ser fiel? El aburrimiento tiene distintos grados de análisis. El escritor y político francés Francois René Chateaubriand en sus Memorias de ultratumba se lamenta: "Fuera de la religión, no tengo ninguna creencia. Fuese pastor o rey, ¿qué hubiese hecho con mi cetro o con mi cayado? Me habría fatigado igualmente de la gloria y el genio, del trabajo y el ocio, de la prosperidad y del infortunio. Todo me cansa: remolco penosamente mi hastío junto a mis días y voy por doquiera bostezando mi vida".
La pereza tiene sus distintas interpretaciones tan solo yo trate de contraponer dos puntos de vista totalmente distintos, como lo son los ideales de la iglesia y las idea de ciertos personajes ahora bien por que razón después de todo lo que ustedes están leyendo, me nace la siguiente interrogante por que razón esto tópico, concepto, ideal , o como quieran llamarlo ustedes;
¿Porque lo llamamos pecado Capital.? (¿Será realmente así?)